Conocí a mi segundo esposo, Nomar Garciaparra, de una manera muy extraña. Jugó para los Medias Rojas. Él venía de un juego en Tejas y yo iba a Chicago para jugar un partido de fútbol. En el aeropuerto nos tomó accidentalmente por accidente nos llevamos nos maletas. Que la noche se dio cuenta de que las ropas en la bolsa no eran mías. Miré la etiqueta en la bolsa y llamé al número de decir la persona que tenía su bolsa. A la persona que respondió a mi llemada fue Nomar Garciaparra y me dijo que tenía mi bolsa también. Al día siguiente nos reunimos a comer a cambio de bolsas y en su lugar hablamos durante dos horas! Al final, me preguntó de nuevo y yo sabía que iba la una.
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